Las principales causas del cambio climático en la agricultura europea
Las principales causas del cambio climático en la agricultura europea
Cómo afecta el cambio climático en la agricultura
El clima es un sistema complejo y susceptible de variaciones en el corto, medio y largo plazo. En las próximas décadas, el cambio climático influirá en la agricultura a nivel mundial. A pesar de que la agricultura europea se beneficia de un gran desarrollo tecnológico, su capacidad de producción depende siempre de las condiciones climáticas.
¿Sabías que, hace siglos, Gran Bretaña era famosa por la calidad de sus vinos? Se trata de una situación que hoy parece extraña debido a la climatología actual de las islas británicas. La agricultura es muy sensible a las variaciones climáticas por múltiples factores, como las tendencias a largo plazo en las precipitaciones y las temperaturas promedio, que determinan la productividad y la distribución de los cultivos.
En términos anuales, a más corto plazo, también impacta en la agricultura la variación de fechas de inicio de la estación seca, las inundaciones, olas de calor, heladas y otros fenómenos extremos.
Efectos del cambio climático en la agricultura europea
El ciclo de cambio climático actual influye en la agricultura europea, a pesar de los continuos avances en las técnicas de cultivo, hasta el punto de contribuir al estancamiento de la producción de trigo en ciertas regiones del continente.
El aumento previsto de la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos extremos incidirá en la producción agrícola de Europa central y del sur. La incertidumbre sobre la producción puede agravar la tendencia a la volatilidad de los precios en los últimos años.
En las zonas septentrionales, el cambio climático puede influir de forma positiva en la agricultura. El aumento de la temperatura producirá períodos prolongados sin heladas, o la finalización de las olas de frío. Se podrán introducir las nuevas variedades de cultivos y con rendimientos más altos.
En cuanto al impacto negativo, en las regiones norteñas sufrirán el aumento de los parásitos y patógenos, la lixiviación de nutrientes y una menor presencia de materia orgánica en el suelo.
En los países del sur de Europa, la reducción de las precipitaciones, junto a las olas de calor, causarán fluctuaciones notables en la productividad, y a la larga a cambios en la variedad de los cultivos.
Se estima que los efectos del cambio climático en la agricultura europea resultarán más notorios alrededor del año 2050. Disminuirán las explotaciones agrícolas en zonas costeras por el aumento potencial de inundaciones y la intrusión de agua salada en los acuíferos subterráneos.
El efecto en la agricultura conlleva un impacto en el sector ganadero, con los cambios en la productividad de los pastos y cultivos forrajeros y la propagación de enfermedades en los animales. Al contrario, un calentamiento moderado del clima en el noroeste europeo resultará beneficioso para la actividad ganadera, en el corto y medio plazo, debido al incremento de la productividad de los pastos.
La vulnerabilidad de la agricultura en la UE varía en función de la exposición a los fenómenos climáticos. El factor clave para minimizar los impactos negativos de la climatología radica en la integración de los avances tecnológicos y agronómicos con el conocimiento local de los agricultores locales para desarrollar estrategias de adaptación al cambio.