Claves del cultivo de maíz
Claves del cultivo de maíz

Las claves para el cultivo de maíz se basan en que es una planta adaptable. Con las condiciones climáticas adecuadas, cualquier suelo resulta idóneo para un buen cultivo. Sólo debe tenerse en cuenta que el maíz sufre un poco en suelos demasiado compactos, y también cuidar el aporte de elementos minerales.
El maíz es uno de los principales cultivos a nivel mundial. Se trata de una de las plantas importadas a Europa desde Cuba por Cristóbal Colón, y el cultivo se adaptó al clima de Europa, sobre todo zonas mediterráneas, donde se generalizó.
Gracias a que el maíz es una de las plantas con más modificaciones genéticas a lo largo del tiempo, se comercializan variedades con cierta resistencia a temperaturas frías.
Claves del cultivo de maíz: requisitos de temperatura
El maíz es una planta nativa de zonas tropicales y necesita temperaturas altas para prosperar. El aguante de las variedades modificadas ayuda en ciertas condiciones, aunque no convierte al maíz en un cultivo que aguante un invierno duradero.
Las temperaturas alrededor de 4-5 °C matan las plantas, con temperaturas inferiores a 10 ° C la semilla no germina, y tampoco se dan buenos rendimientos en cultivos en alturas superiores a 500 m sobre el nivel del mar.
La clave para el cultivo de maíz depende de la temperatura del suelo. La temperatura recomendable para la siembra del maíz es de 12 ° C constantes, también durante la noche. La temperatura óptima para el crecimiento es 22-24 ° C, y para la floración 26 ° C.
Respecto a las temperaturas máximas, las superiores a 32-33 ° C, con baja humedad relativa (y el estrés hídrico), resultan perjudiciales para la floración y la fijación del fruto.
Claves del cultivo de maíz: necesidad de riego y tipo de suelo
Las regiones idóneas para el cultivo del maíz son aquellas con veranos calurosos y lluviosos. En regiones de clima mediterráneo, con lluvias de verano escasas e irregulares, las producciones sin soporte del riego tienen bajos rendimientos. Atención: si el cultivo de maíz no se riega, la fertilización resulta inútil e incluso perjudicial.
Rotación de maíz. Con el maíz no se suelen dar síntomas de cansancio del suelo. Pero, si el maíz se explota en monocultivo, pueden intensificarse infestaciones de malezas resistentes a los herbicidas, como el Sorgo de Alepo (Sorghum halepense). En este caso, la soja constituye un cultivo idóneo para rotar con el maíz, gracias a sus similares necesidades ambientales y agronómicas.
Claves para el cultivo de maíz: cultivo y fertilización
El suelo necesita un procesamiento profundo, de unos 40 a 45 cm. Se recomienda en dos fases: con una escarificación profunda y arado ligero y, después, una concienzuda eliminación de las malas hierbas. La semilla no necesita tepes muy finos, gracias a su gran tamaño, y debe colocarse a una profundidad de entre 5 y 10 cm.
El cultivo de maíz que es un cultivo de regadío en la mayoría de las zonas de España, el factor limitante del agua no es tan importante como lo puede ser para un cereal de secano, eso sí, un factor limitante en producción será la fertilización ya que es una planta exigente en nutrientes y no sólo en cantidad sino también es muy importante la fecha de aportación de estos nutrientes en el transcurso de la vida del cultivo En general podemos decir que las extracciones del cultivo de maíz por Tn de cosecha son:
- Nitrógeno: 28-30 kg de N.
- Fósforo: 10-12 kg de P2O5.
- Potasio: 23-25 kg de K2O.
El momento óptimo de la cosecha del maíz es cuando el grano tiene un contenido de agua entre el 20 y el 22%:
- Una panícula más seca se rompe con facilidad y se pierde grano.
- Una panícula más húmeda se extrae con dificultad y suele romperse.