Monilinia en frutales de hueso, ¿Qué es y cómo combatirla?

Monilinia en frutales de hueso, ¿Qué es y cómo combatirla?

fungicidas frutal

Los fungicidas del frutal son tratamientos fitosanitarios elaborados para controlar las infecciones por hongos, tales como la monilinia. Esta enfermedad tiene especial incidencia en ambientes mediterráneos y provoca daños significativos en los cultivos al reducir la cantidad y calidad de la producción.

La monilinia, también conocida como podredumbre marrón de los frutales de hueso, es una infección fúngica que afecta a melocotoneros, ciruelos, cerezos, albaricoqueros o almendros, entre otros.

¿Qué es la monilinia?

La monilinia es una enfermedad que puede ser causada por tres hongos: Monilinia laxa, Monilinia fructigena y Monilinia fructicola. Las dos primeras especies son comunes en España y la última especie es de origen americano.

Los hongos atacan principalmente los frutos, aunque también pueden afectar a las flores y ramas de los árboles. La infección se produce principalmente en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas, comunes en primavera y otoño, que favorecen el crecimiento y dispersión de los hongos.

Síntomas y propagación

Para que se produzca la infección, el hongo necesita penetrar al interior del fruto por alguna herida o daño, e incluso por la manipulación humana durante la recogida -por tal razón, la enfermedad también resulta dañina en la postcosecha-.

Los síntomas varían según dependiendo de la parte del árbol infectada. En las flores y ramas, se forman lesiones necróticas y, en casos graves, se produce la muerte del tejido.

En los frutos, aparecen manchas hundidas que se vuelven marrones y cubiertas de moho blanco o gris. Estas manchas se expanden rápidamente y provocan el secado y la momificación del fruto.

Medidas de control y prevención

La estrategia más eficiente para combatir la monilinia es una combinación de prácticas culturales, como la poda y aclareo; la sanidad del huerto; el manejo del riego y el uso de tratamientos fungicidas del frutal.

Es fundamental mantener el cultivo limpio y libre de restos de poda, frutos caídos y otros residuos vegetales que puedan servir como fuente de inóculo para la enfermedad.

Además, se deben eliminar y destruir los frutos con heridas o podridos para evitar la propagación de los hongos. Del mismo modo, debe tenerse especial cuidado con la desinfección de herramientas que pudieron estar en contacto con las esporas.

En cuanto al riego, es recomendable evitar el exceso de humedad mediante sistemas de goteo. La medida se complementa con el monitoreo regular de la humedad del suelo para garantizar un riego adecuado.

Tratamientos fungicidas del frutal

Los fungicidas del frutal se formulan con ingredientes activos específicos que atacan a los hongos de diferentes maneras: mediante la inhibición del crecimiento, la interrupción de su ciclo de vida o por la destrucción de las estructuras fúngicas.

Se recomienda realizar tratamientos preventivos durante la floración y previos a la cosecha, utilizando fungicidas específicos para combatir la enfermedad. Por ejemplo, Certis-Belchim ha desarrollado los fungicidas del frutal bio-racionales: Kdos, Karbicure y Amylo-X WG.

La firma Syngenta, por su parte, desarrolló el Fungicida Switch, que mezcla dos sustancias activas (fludioxonil y ciprodinil) eficientes frente a la monilinia y pudriciones secundarias como la botritis.

Deja un comentario